Entre calles con números. 2009
Aguas lindas, destructoras
eran las de aromas a tilos,
que oscuras en su ocurrencia
lograban ser especiales.
Nuestros ojos se miraban, pero poco.
El vapor, era tan intenso
que apelotonaba gotas de agua en nuestros dedos y
entumecía mis palabras.
Entre la lluvia de tu mar
y la luz finita bajo la puerta
comenzamos a vernos,
a escurrirnos.
1 comentario:
piel de gallina en el cuello.
recién hoy que recién leo.
guardado en el cajón
a algunas cosas hay que soplarles el polvo para volver a verlas mejor.
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