8 de octubre de 2010

porque todo sucedió en el baño.




Perón, casi esquina Cerrito. BsAa. Capital. 2004

Su cabeza, su placard, su cocina, su todo era un abundante desorden, quizás era otro orden, pero en esos tiempos, secreto para mi.
Por ser domingo, estar en microcentro y creo, siendo fin de mes, decidimos lavar a mano la montaña de ropa que impedía el arribo a la cama.
Era un lindo baño, largo, angosto, claro y con una ventana mediana junto a la ducha en su fin. Claro que ésta no tenia cortina, mojándose todo el espacio.
Palangana amarilla, ropa hasta morir, desnudos los dos, comenzó la cuestión.
Con los cuerpos arrugados y ahogados de tanta risa pasó la tarde, toda la tarde así, encerrados en el. Había luz, había amor.


3 comentarios:

Gonzalo Penas dijo...

Che muy lindo este texto! Es como una imagen, muy real. La verdad me gustó mucho.
Saludos

ensudanzagiratoria dijo...

lindo que te parezca lindo,
lindo que te parezca real,

Saludos

Violeta Color dijo...

Me gusta cuando escribes rinconcitos del mundo. como si se detuviera el tiempo, dentro del ajetreo de lo cotideano.

Y, particularmente, me encantó este pedacito:

"su todo era un abundante desorden, quizás era otro orden, pero en esos tiempos, secreto para mi."


Un abrazo muchacha danzante.