Es ahora, cuando el cielo se hace solo una nube.
Respiro poco, la mirada se irrita, el sofá arde.
Respiro poco, la mirada se irrita, el sofá arde.
eran las de aromas a tilos,
que oscuras en su ocurrencia
lograban ser especiales.
Nuestros ojos se miraban, pero poco.
El vapor, era tan intenso
que apelotonaba gotas de agua en nuestros dedos y
entumecía mis palabras.
Entre la lluvia de tu mar
y la luz finita bajo la puerta
comenzamos a vernos,
a escurrirnos.